domingo, 31 de marzo de 2024

Jesús ¿Murió por Mí o lo Mataron?

La teología sacrificial suele presentar dos problemas de difícil aceptación a la luz de la propia fe cristiana. El primero es que se basaría en un aparentemente absurdo reclamo de compensación de Dios a los Hombres ¿Por qué Dios habría de autosometerse a una regla de pago de deuda que parece escrita por un usurero obsesivo? Es que definitivamente esto no es así, no es Dios quien necesita la expiación, esta es una arraigada necesidad humana. Es extremadamente difícil encontrar alguna cultura humana coexistente con el antiguo Israel o Judá que no contenga alguna forma de sacrificio expiatorio, y de hecho la necesidad de compensar la culpa es prácticamente universal.
Allí llega el segundo problema de la teología sacrificial, la del ocultamiento del crimen político contra Jesús. Es esa sociedad cargada de necesidad de expiación la que vino a revolucionar Jesús, el resultado fue su asesinato. En ello ya Jesús murió por mi, por terminar con la opresión que me somete. Pero no se agota allí su sacrificio, al ser ejecutado se constituyó en el cordero perfecto, el libre de culpa que muere en pos de terminar con la culpa. Su muerte no sólo debe ser denunciada por su asesinato, es en y por ello que Jesús se convierte en el cordero que quita el pecado del mundo, su homicidio se convierte en el sacrificio que nos libera del nuestro, ya no debemos pagar por nuestras culpas, ahora sólo seguir su camino de liberación de toda opresión nos identifica con él en el sacrificio expiatorio definitivo." del muro de Alejandro A Ira

No hay comentarios:

Publicar un comentario