viernes, 23 de agosto de 2013

Sin Damas de Honor


Según Balmaceda, en la pampa de los fortines, entre los bravos, había dos tipos de casamiento: los acordados y los forzados. Los forzados, como su nombre lo indica, no se organizaban previamente, pero no por ello quedaban exentos de ritual. El novio aprovechaba la noche para secuestrar a la novia, con más anuencia que resistencia de la “víctima”. Pasaban la noche en el toldo del indio y al otro día los progenitores de la joven se le aparecían en los aposentos para exigir la retribución. Se armaba ahí nomás una rueda con los familiares de los tórtolos, asaban una res o potro y todos los presentes debían comer una parte del corazón del animal, eso simbolizaba que todos tenían de allí en más un corazón en común.

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